UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





viernes, 14 de junio de 2013

El Papa: «Saldrá una encíclica a cuatro manos»


La encíclica sobre la fe en la que Benedicto XVI había empezado a trabajar algunos meses antes de su renuncia saldrá a cuatro manos. Lo dijo esta mañana improvisando el Papa Francisco, ante los miembros del Consejo ordinario del Sínodo, que fueron recibidos en una audiencia que se transformó en una reunión de trabajo en la que se insistió particularmente sobre el tema de la «sinodalidad».
«Ahora debe salir una encíclica» sobre la fe, dijo Bergoglio, «una encíclica a cuatro manos, dicen: la empezó Papa Benedicto, me la entregó; es un documento fuerte». El Pontífice indicó que escribirá «que recibí este gran trabajo que hizo él y que yo he sacado adelante».
Hace algunas semanas, después de una audiencia con Francisco, había sido el obispo de Molfetta, Luigi Martella, el que había escrito en la revista diocesana “Luce & Vita” que el Papa habría publicado un texto en el que todavía estaba trabajando su predecesor. El padre Federico Lombardi, poretavoz de la Santa Sede, a pesar de confirmar la publicación de la encíclica sobre la fe, había desmentido que el Papa emérito estuviera involucrado en su redacción. «La noticia no tiene fundamento, según la cual Benedicto XVI estaría completando el proyecto».
Ahora, fue el mismo Francisco quien dijo que la encíclica a caballo entre dos pontificados es el fruto del trabajo «a cuatro manos» y que tiene la intención de reconocer, en el papel, el aporte de su predecesor. No hay que olvidar que algo semejante sucedió poco después de la elección de Benedicto XVI, quien se sirvió, para su primera encíclica “Desu caritas est”, de los materiales que estaban en un borrador que había preparado Juan Pablo II, pero que había quedado en el tintero.
El argumento más importante de la audiencia, que se transformó en una discusión y en una reunión de trabajo, fue el de la sinodalidad. Francisco recordó que con los ocho cardenales encargados de aconsejarlo en la reforma de la Curia hablará sobre cómo reforzar este aspecto. Entre las sugerencias que han llegado, indicó el Papa, está la de encontrar «una vía de coordinación entre la sinodalidad y el obispo de Roma». Una «vía nueva que exprese la propia singularidad unida al ministerio petrino».
Francisco también explicó que algunos están de acuerdo con que el Consejo del Sínodo «sea un consejo permanente hasta el próximo sínodo, qie se puede convocar y consultar». No hay que olvidar que el aspecto de la sinodalidad, redescubierto después del Concilio, es una bisagra en la vida de las Iglesias ortodoxas y su acentuación en la Iglesia católica latina representaría también un paso significativo en el camino ecuménico. El Patriarca ecuménico de Constantinopla, en una reciente entrevista con Vatican Insider, había, incluso, expresado su aprecio por el nombramiento de los ocho cardenales “consejeros”.
Otro tema que debe ser afrontado, indicó el Papa, es el del matrimonio. «Hoy muchos católicos no se casan, conviven, el matrimonio es provisional: es un problema serio». Francisco añadió que en la reunión de octubre con los ocho cardenales «está prevista la pregunta: ¿a quién debemos encomendar un estudio sobre la pastoral familiar en general; al Sínodo? ¿A un Sínodo especial u ordinario? Ya dirán ellos, pero este es un problema que revisaremos en octubre...».